Viviendo con el enemigo: Cuarentena aumenta la violencia en el hogar

Por Beyra Reyes, Gloria Rodríguez, Rodrigo Dupuis y Viviana Márquez

Las medidas de aislamiento social preventivo adoptadas frente a la pandemia de Covid-19 han significado la restricción del contacto físico y social, la disminución de la circulación de personas, el empeoramiento de las condiciones socioeconómicas de la población y el aumento de la violencia dentro de los hogares hondureños.

Entre marzo, abril y mayo, las denuncias por violencia doméstica al 911 aumentaron en 1,005 casos comparado con las recibidas durante el mismo periodo de tiempo en 2019, según la información proporcionada a este grupo, por el portal de transparencia.

El aumento puede no ser alarmante, sin embargo demuestra que el confinamiento está poniendo en riesgo a miles de mujeres en Honduras, tal y como lo denunció recientemente Ana Cruz, Directora de la Asociación de Vida, declaraciones que fueron escogidas para utilizar la metodología del fact checking diseñada por los alumnos de la clase de periodismo de datos del Centro Tecnológico Centroamericano, CEUTEC.

Cuando el país llevaba poco más de 30 días de aislamiento, diferentes asociaciones que velan por los derechos de la mujer denunciaron las implicaciones que la cuarentena estaba teniendo en muchos hogares.

“Con suma preocupación alertamos al mundo de las implicaciones del ‘quédate en casa’ para las mujeres hondureñas. Conscientes que la violencia cotidiana se podría desbordar ante esta medida de aislamiento social”, dijo Cruz en una conferencia de prensa.

Cien días después las cifras del Sistema 911 le dan la razón a Ana Cruz y confirman la hipótesis sobre la cual planteamos este reportaje.

Al cerrar mayo se habían acumulado 26,224 denuncias a nivel nacional, siendo los departamentos de Fracisco Morazán y Cortés los que acumulan un mayor número de ellas, por lo que el discurso de Ana Cruz es VERDADERO.

Al ser consultada para este reportaje, la licenciada Cruz no vaciló en externar su preocupación por que los casos sigan aumentando de forma generalizada en todos los hogares hondureños.

«La violencia no tiene estracto social, etnia ni nada. La violencia se da en todos los niveles: universal, universitarias,  no estudiadas, o analfabetas…Todas las mueres si susceptibles y vulnerables a vivir violencia», aseguró.

Para Helen Ocampo, investigadora del Observatorio de Derechos Humanos de Mujeres del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), la problemática podría aún ser mayor, ya que la convivencia obligada durante más horas del día, han reducido las posibilidades de denuncia de las víctimas. 

“No es una regla, pero las mujeres normalmente denuncian cuando hay una cierta condición de seguridad, después del hecho, cuando el agresor no está en casa o logran contactar a una amiga o persona de confianza, pero estando el agresor todo el tiempo cómo denuncian la violencia doméstica”, dijo Ocampo a Criterio.hn

Un tema de poder

Para la escritora feminista y defensora de derechos humanos Jessica Sánchez, la violencia en contra de la mujer se reduce a «un tema de poder de los hombres sobre las mujeres», puesto que vivimos en una sociedad que permite y tolera este tipo de abuso.

La violencia en contra de la mujer se diferencia de la que reciben los hombres por el grado de vulnerabilidad, por el ámbito donde se da, que es generalmente en el hogar y es ejercida por conocidos, explicó Sánchez en una entrevista brindada para este reportaje.

«Nosotros le llamamos, según  a toda violencia en contra de la integridad física, emocional, sexual de las mujeres, ya sea en el espacio doméstico que es donde más se da o en el espacio público», explicó.

El sistema de Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada».

Mientras que la violencia de pareja, se refiere a todas acciones y comportamiento en general, de la pareja o ex pareja que causa daño físico, sexual o psicológico, incluidas la agresión física, la coacción sexual, el maltrato psicológico y las conductas de control.

Sobre ésto último, Sánchez comenta como actualmente, la violencia se está manifestando de otras formas, como puede ser la exigencia de las contraseñas de las redes sociales o correos electrónico.

A fin de que la escalada de actos violento no tome desprevenidas a las mujeres, Sánchez recomienda tener preparada una red de apoyo que nos permita «una salida de emergencia» una vez se haya tomado la decisión de romper con el ciclo de abuso.

Esta red de apoyo debe estar formada por persona de confianza de las mujeres o bien por las casas de acogida que están diseminadas en el país cuyos teléfonos se deben tener a mano.

Ver la entrevista completa aquí 

Una mano extendida

La asistencia y orientación vía telefónica se ha convertido en una ayuda importante para detectar el nivel de riesgo en el que se encuentra una mujer y de ser posible, apoyarla para que ellas hagan un plan de seguridad básico.

En el momento en que una mujer busca ayuda las respuestas deben hacerse inmediatas para evitar que la violencia se incremente, desde la primera llamada de auxilio se las puede orientar y acompañar para que se mantengan seguras hasta que llegue la ayuda.

En Honduras la primera línea de ayuda es el 911, sin embargo también existen diferentes instituciones como la Asociación Calidad de Vida, que ha puesto a disposición el teléfono 89412667 para asistencia legal, así como la Asociación Visitación Padilla, que tiene el número 9982-2231 para denuncias y orientación por mensaje de WhatsApp.

 La organización que mayores opciones de apoyo ofrece es el grupo Ecuménicas por el Derecho a Decidir, donde las mujeres agredidas tienen una opción de acompañamiento legal, emocional y emocional.

La abogada Karen Gómez, una de las voluntarias de esta organización dijo que esta organización nace desde el seno de la iglesia cristiana, con el objetivo de visibilizar el problema de la violencia en Honduras y acompañar a las mujeres, niñas y comunidad LGTBQ en la vigilancia de sus derechos.

“En este momento estamos defendiendo a las mujeres, aún con las limitantes de la falta de apoyo de las autoridades. Las mujeres y las niñas están en las casas y están con sus agresores, están confinadas en sus casas y esto ha aumentado todos los niveles de violencia y también las agresiones sexuales”, indicó la abogada.

Ecuménicas por el Derecho a Decidir tiene a disposición los siguientes números: atención legal 3395-8035; atención emocional: 95075026; y atención espiritual: 31579167.

Feminicidios también aumentan

Según el Observatorio de la Violencia de la Instituto Universitario en Paz, Democracia y Seguridad de la Universidad Autónoma de Honduras, los feminicidios también han aumentado durante el periodo de confinamiento por la pandemia de Covid-19.

En un informe presentado recientemente, entre el 15 de marzo cuando empezó la cuarentena domiciliar y el seis de junio se reportaron 51 feminicidios a nivel nacional. El 71% de estos casos sucedieron en el área urbana y el restante 29% en el área rural de nuestro país.

Compartimos la publicación oficial de facebook del IUPAS

Lo que preocupa a la institución es que el 23% de las muertes violentas de mujeres sucedieron dentro de sus viviendas, por lo que pidieron en su reporte que las autoridades reorienten sus estrategias de seguridad ciudadana en un contexto en el que está en riesgo la vida y la convivencia de las mujeres y las niñas.

A continuación un cuadro comparativo de las denuncias realizadas en los años 2017-2020 en los meses desde enero hasta mayo:

En la revisión de datos se identificó que en el departamento de Cortes , donde las cifras de contagiados por Coronavirus ha sido la más elevada en comparación con todas las regiones, se reporta un total de 10,103 denuncias por encima de los demás Departamentos del país.

En el siguiente comparativo podemos observar el aumento exponencial de casos por departamento desde el año 2017 hasta la fecha. Considerando siempre eso si, de enero hasta mayo:

Sombría proyección

Analizando la cantidad de llamadas denunciando violencia domestica entre enero y mayo del 2020, hicimos una proyección dividiendo el número total de casos hasta ahora entre la cantidad de meses transcurridos.

Luego de esto multiplicamos la cantidad por los 12 meses de un año resultando en un total proyectado de 100,532 casos en total para el vigente año. 

Esto significa que se espera haya un aumento de 5.7% en comparación al 2019, algo que, de seguir en tendencia aumentaría los años por venir, por lo que se hace necesario continuar con la educación para prevenir la violencia, así como proveer a las mujeres todo el apoyo psicológico, legal y económico para salir de este pernicioso círculo.